Queridos hermanos y hermanas,
Yo vengo hoy porque ya es hora que usted abandoné todo lo que no le aporta el amor, la paz, la alegría en este mundo bajo.
No se deje influir en malas energías, estar siempre en la energía del amor universal que nos une a todos.
Porque en estos momentos un poco difíciles, le aporto un mensaje de paz y de amor.
Su mundo está cambiando, nuestro bello planeta se purifica por el agua y el fuego.
Entonces usted nos une a los Ángeles, los Arcángeles, mi mismo, La madre Divina, el Espíritu Santo, y todas estas bellas presencias que son alrededor de usted.
Aunque usted no nos vea, laboramos cada día por un mundo mejor donde la luz Divina habrá vencido el oscuro, en un mundo de amor y de luz.
Entonces si usted se siente triste o abandonado, no olvida que estamos en su lado, piense en nosotros y usted sentirá todo el amor que emana de nosotros, no quede nunca más sólo.
Qué sea bendita cada alma que vive sobre Tierra.
En nombre del Padre, en nombre del Cristo y en nombre del Espíritu Santo.
Amen.