Soy María Magdalena, la mujer de Jesús Cristo nuestro salvador.
Vine para restablecer la verdad y qué por fin sepáis que tuve una vida muy feliz cerca de Jesús, mi marido adorado.
Vengo para coger la placa que es la mía, la de la esposa legítima.
Soy muy apenada por el comportamiento de la iglesia y de ciertos hombres a mi sujeto, no era de ninguna manera una prostituta, al contrario conocí sólo a mi marido como hombre.
Ciertas personas me apartaron porque creyeron que quería coger su placa
Y sí era un discípulo, mi querido marido me enseño todo y me escogió para perpetuar su palabra.
Entonces sepa que toda una parte de su historia es errónea y ciertas doctrinas están basadas en mentiras.
Sé bien que estas revelaciones van a incomodar mucho de ustedes pero ya es hora que se sepa la verdad porque su mundo está cambiando, su bello planeta se purifica por el agua y por el fuego.
Entonces abra los ojos, y sobre todo siga siempre el camino de la paz y del amor. Sea Luz Divina por el bien de todos.
Puedan estas revelaciones hacerle reflexionar sobre todo lo que se le dice, escoja de ser libre de pensar por usted mismo y perdone como yo les perdoné.
Les bendigo en nombre del Padre, en nombre del Cristo y en nombre del Espíritu Santo.
Amen